“Más pagamos, más debemos y menos tenemos” Eduardo Galeano

abril 23, 2008

deuda

Trabajo Práctico nº1
 
La deuda sin fin:
 
La deuda externa es historia conocida en nuestro país, aunque poco entendida por la mayoría de sus habitantes. Decir deuda externa es poner al descubierto el empobrecimiento de los países Latinoamericanos.
Cada vez más pobres, más desempleo, más desigualdad. La desestabilización del orden político. Debilidad en el mercado interno, mucho para pocos y poco para muchos. Decir deuda significa decir reducción de inversiones sociales como educación, salud, vivienda… O también dependencia tecnológica, cambio de moneda, debilidad en el mercado interno, inflación, división de la población…
 
Tan solo cuatro décadas nos separan del despertar de una crisis en la que productores núcleados en la OPEP elevaron el precio de sus crudos de petróleo a niveles inimaginables, lo que derivó en una crisis económica entre 1973 y 1975 y más tarde se repetiría entre 1979 y 1983. Así, la gran aglomeración de recursos excedió la posibilidad de ser invertidos en su país de origen, fue como los bancos se encontraron con un enorme fondo liquido que de no ser invertido provocaría desestabilización en el sistema financiero.
 
Como explica Alejandro Olmos, uno de los investigadores más notables sobre este tema, “La solución que encontraron los bancos comerciales fue la colocación de estos recursos en otros países que pudieran absorberlos. Eran los bancos los que presionaban a los países para colocar sus dólares y no los estados para recibirlos”. Por eso, decir deuda es decir también proceso militar, Martínez de Hoz, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Bancos Comerciales, Empresas privadas, Domingo Cavallo y Sistema Financiero Internacional. Un sistema que acabó por fundar sus bases en el capitalismo más voraz y siniestro, que optó como fin de lucro la pobreza y el sometimiento de los países subdesarrollados. 
 
Es necesario preguntarnos entonces en que condiciones se generó la deuda, quiénes pidieron préstamos y quienes se beneficiaron con esta deuda que ha emprobecido a la mayoría de los países latinoamemericanos. Para comenzar este recorrido haremos hincapié en las opiniones publicadas en diferentes sitios web de especialistas en el tema sobre la deuda más grande del siglo.
 
Sobre préstamos y deudas:
Deuda externa es la suma de las obligaciones que tiene un país con respecto de otros, que se componen de deuda pública (la contraída por el estado) y deuda privada o del sector privado, que es aquella que contraen los particulares en el exterior. Con frecuencia esta deuda se da a través de organismos como el Fondo Monetario Internacional, o el Banco Mundial. Como toda deuda si uno no puede pagarla pierde por sobre todas las cosas su autonomía.                                                                     
Pero para organismos como Llacta el proceso histórico de solicitud y concesión de créditos generadores de deuda externa es un proceso que ha estado marcado por la usura, la especulación, la corrupción y el chantaje; toda vez que prestar dinero (y cobrarlo) es un lucrativo negocio del que se han aprovechado gobiernos, empresas e individuos sin escrúpulos. El pago de dichos créditos y sus elevados intereses, limita al desarrollo social de los pueblos, ya que gran parte de los beneficios de la producción y exportación deben ser destinados al pago de la Deuda Externa , en vez de a sostener programas de mejoras sociales.                                                                 
Alejandro Teitelbaum, abogado y representante permanente en Ginebra de la Asociación Americana de Juristas opina que es  normal que un país contraiga deudas en el extranjero para realizar inversiones productivas y es normal que un Banco internacional le preste porque tiene cierta certeza de que será reembolsado con los beneficios que produzca la inversión. “Pero como en la economía intervienen diferentes áleas, puede ocurrir que no todo acontezca como estuvo previsto y el deudor no pueda reembolsar en los plazos estipulados y deba negociar nuevos plazos a la espera de tiempos mejores”.                                  
Hace ya muchos años que el tema del endeudamiento se ha constituido en el principal obstáculo para el desarrollo de los países pobres y los países emergentes, siendo una cuestión vital, que condiciona inevitablemente el futuro como naciones independientes. El poder del estado fue sustituido por el poder de los bancos, que como cabeza visible del poder financiero transnacional, especulan, deciden y son los verdaderos autores de los planes de ajuste estructural que invariablemente se suceden, como resultado de las políticas que aplican los organismos multilaterales del crédito.                                                 
Ernesto Gutiérrez Betancor, en su texto ¿Quién debe a quién? afirma que si quisiéramos indagar sobre el origen de la deuda externa de los países subdesarrollados deberíamos remontarnos hasta la época en que estos fueron sometidos a la condición de colonias de las grandes potencias europeas. Ya que por ese entonces sus conquistadores impusieron una economía basada en la exportación de materias primas en el que el beneficio era exclusivamente para esos colonos. “Mientras a unos se les condenaba a ser eternos suministradores de materia prima barata, otros se dedicarían a elaborar costosas mercancías manufacturadas”.                                                                                      
Tanto así, que la deuda externa es hoy un grave problema que ata a los pueblos subdesarrollados porque ésta crece a diario  y los países piden más dinero para pagar intereses de los prestamos anteriores. El periodista Daniel Muchnik publicó hace unos meses atrás en su blog sobre la mentira del pago de la deuda. Allí expresa que gran parte de la sociedad creía, inocentemente, que el problema de la deuda se había sido solucionando con el pago por 10.000 millones de dólares que se hizo al Fondo Monetario Internacional. “El Gobierno no se ocupó de aclarar el enredo y fueron poquísimos los comunicadores y especialistas que difundieron los vaivenes de la deuda externa. Aumentó por varios desencadenantes. A saber: por el ajuste de algunos bonos con el CER, por los intereses de los bonos emitidos, por la revaluación del euro y de otras monedas respecto del dólar, por la devaluación del peso y porque se suscribe más deuda (que es cara) para cubrir los vencimientos de la deuda atrasada que no se puede cumplimentar sólo con el superávit financiero del Tesoro”.
Más adelante veremos con datos estadísticos puntualmente de que cifra se habla cuando hablamos de deuda externa.

3 respuestas to ““Más pagamos, más debemos y menos tenemos” Eduardo Galeano”

  1. cfrojas said

    Paola, presentado como tal el tema aparece muy analizado. De todas formas fijate qué «vuelta» le podés encontrar. Fernando «Pino» Solanas en su trabajo «Memoria del saqueo» y Jorge Lanata con «Deuda Externa» proveen mucha información al tema, más allá de todas las que se publicaron previamente.
    Creo que los orígenes de las deudas externas contraídas por los paises, en diversas circunstancias, como fueron principalmente las guerras, tienen un aspecto completamente diferente con las que se contrajeron en América Latina. El Plan Marshall después de la 2da. Guerra Mundial, tuvo como objetivo reconstruir el poder productivo de los paises arrasados por el conflicto, con un interés comercial innegable por parte de los países ganadores, mientras que en casos como los de nuestro país, los fondos fueron destinados a solventar un desmadramiento de las economías regionales y fundacionales del sistema productivo nacional.
    Espero que puedas reflexionar aún más.
    Saludos
    Carlos

  2. Carlos said

    Paola, tiene mejor «pinta» la nota, de todas formas te pido que hipervincules todo lo que sea necesario.
    Dale para adelante.

  3. Carlos said

    Paola, no incluyas en la redacción las URLs (la dirección web) tenés que hipervincular los conceptos, con relación a esto existen muchos nombres e ideas en tu nota a los que habría que aplicar éste criterio.

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